19/4/12

Pablo Neruda


Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto.





Nacimiento:        12 de julio de 1904
Parral, Chile.

Fallecimiento:    23 de septiembre de 1973 (69 años)
Santiago, Chile

Ocupación: Poeta, escritor, diplomático y político.

Premios:
Premio Nobel de Literatura en 1971 (Canto General).

Seudónimo:
Pablo Neruda, en homenaje al poeta checo Jan Neruda.

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POEMA XX
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: “La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos”.
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.





AUDIO MP3 de Poema 20:


http://www.mediafire.com/download.php?axkdxgaem1c407r

















EMILIO ADOLFO WESTPHALEN

      HE DEJADO DESCANSAR...

He dejado descansar tristemente mi cabeza
En esta sombra que cae del ruido de tus pasos
Vuelta a la otra margen
Grandiosa como la noche para negarte
He dejado mis albas y los árboles arraigados en mi garganta
He dejado hasta la estrella que corría entre mis huesos
He abandonado mi cuerpo
Como el naufragio abandona las barcas
O como la memoria al bajar las mareas
Algunos ojos extraños sobre las playas
He abandonado mi cuerpo
Como un guante para dejar la mano libre
Si hay que estrechar la gozosa pulpa de una estrella
No me oyes más leve que las hojas
Porque me he librado de todas las ramas
Y ni el aire me encadena
Ni las aguas pueden contra mi sino
No me oyes venir más fuerte que la noche
Y las puertas que no resisten a mi soplo
Y las ciudades que callan para que no las aperciba
Y el bosque que se abre como una mañana
Que quiere estrechar el mundo entre sus brazos
Bella ave que has de caer en el paraíso
Ya los telones han caído sobre tu huida
Ya mis brazos han cerrado las murallas
Y las ramas inclinado para impedirte el paso
Corza frágil teme la tierra
Teme el ruido de tus pasos sobre mi pecho
Ya los cercos están enlazados
Ya tu frente ha de caer bajo el peso de mi ansia
Ya tus ojos han de cerrarse sobre los míos
Y tu dulzura brotarte como cuernos nuevos
Y tu bondad extenderse como la sombra que me rodea
Mi cabeza he dejado rodar
Mi corazón he dejado caer
Ya nada me queda para estar más seguro de alcanzarte
Porque llevas prisa y tiemblas como la noche
La otra margen acaso no he de alcanzar
Ya que no tengo manos que se cojan
De lo que está acordado para el perecimiento
Ni pies que pesen sobre tanto olvido
De huesos muertos y flores muertas
La otra margen acaso no he de alcanzar
Si ya hemos leído la última hoja
Y la música ha empezado a trenzar la luz en que has de caer
Y los ríos te cierran el camino
Y las flores te llaman con mi voz
Rosa grande ya es hora de detenerte
El estío suena como un deshielo por los corazones
Y las alboradas tiemblan como los árboles al despertarse
Las salidas están guardadas
Rosa grande ¿no has de caer?




CARLOS OQUENDO DE AMAT

Nace en Puno - Perú en el año de 1906 y muere en  Sierra de Guadarrama - Madrid 1936.



                                                     COMPAÑERA

                        Tus dedos sí que sabían peinarse como nadie lo hizo
                        mejor que los peluqueros expertos de los trasatlánticos
                        ah y tus sonrisas maravillosas sombrillas para el calor
                        tú que llevas prendido un cine en la mejilla 

                         junto a ti mi deseo es un niño de leche

                         cuando tú me decías
                         la vida es derecha como un papel de cartas

                         y yo regaba la rosa de tu cabellera sobre tus hombros

                         por eso y por la magnolia de tu canto

                         qué pena
                         la lluvia cae desigual como tu nombre



Aldeanita de seda MP3:





                                                                                                     Fuente: POESÍA SURREALISTA EN ESPAÑOL.



16/4/12

VARGAS LLOSA Y EL SEXO LIGHT

"El sexo light es el sexo sin amor y sin imaginación, el sexo puramente instintivo y animal. "El sexo light es el sexo sin amor y sin imaginación, el sexo puramente instintivo y animal. Desfoga una necesidad biológica, pero no se enriquece la vida sensible ni emocional ni estrecha la relación de la pareja más allá del entrevero carnal; en vez de liberar al hombre o a la mujer de la soledad, pasado el acto perentorio y fugaz del amor físico, los devuelve a ella con una sensación de fracaso y frustración"
(La civilización del espectáculo, pág. 53)

Los hombres rara vez se deprimen después del sexo. Eso es injusto. Habría que preguntarse cuántos de los gays se deprimen después del sexo. Después de la masturbación uno nunca se deprime. Dice VLL en "La civilización del espectáculo: "La masturbación no necesita ser enseñada, ella se descubre en la intimidad y es uno de los quehaceres que fundan la vida privada". (pág. 107).

Para evitar las enfermedades de transmisión sexual los especialistas recomiendan masturbarse junto y en paralelo y los chat son los grandes masturbatorios (un mix entre lo público y privado)...pero eso sí, el olor de la mano en la masturbación en soledad o privada, desprende más que fino perfume francés.


Fuente: Carlos Calderón Fajardo

14/4/12

Literatura Puneña


La literatura puneña es la que se ha desarrollado en la región de Puno (en el sur del Perú). Puno, llamada tierra de artistas y poetas, su tradición literaria siempre se ha destacado en el contexto cultural del país.

A nivel nacional son conocidos por su obra, Gamaliel Churata, Alejandro Peralta, Carlos Oquendo de Amat, Dante Nava, Mateo Jaika, Inocencio Mamani, Aurelio Martínez, Emilio Vásquez, Luis de Rodrigo y Ernesto More. Durante la década del sesenta se difunde en el Perú la obra narrativa de Luis Gallegos, la poesía de Efrain Miranda Luján y la de los poetas y narradores José Luis Ayala, Omar Aramayo, Feliciano Padilla, Gloria Mendoza, Boris Espezúa Salmón y Alfredo Herrera Flores.

Actualmente en Puno existe una prolífica actividad literaria, donde destaca nítidamente la obra de los integrantes de la denominada Generación Poética de Fin de Siglo: Gabriel Apaza, Walter Paz, Eddy Oliver Sayritúpac, Simón Rodríguez, entre otros. La narrativa es cultivada también por jóvenes como Christian Reynoso y Javier Núñez. Incursiona en ensayo el también poeta Mario Illapa Mayhua Quispe.

¿En qué momento se jodió el Perú?

¡Ay Zavalita! ¿En qué momento se jodió el Perú dices?


El Perú se jodió en el primer momento en que creyó que, en verdad, estaba jodido. El Perú se jodió cuando tomó esta frase y la hizo suya, tan suya, que se convirtió en lema del peruano.

“No me salió el negocio, es que aquí no se puede. El Perú está jodido.”
“Siempre lo mismo, delincuencia, injusticia, corrupción, ignorancia, el Perú nunca va a cambiar. Está jodido.”
“¿Quieres ser famoso, grande e importante? Pues ve sacando tu visa a cualquier otro país, porque aquí, eso, está jodido.”

El Perú se jodió porque los Juan, Victor, marta, rosa, Dionisio, maría, Isabela, y todos los peruanos con nombre propio, se convirtieron en Zavalitas y quisieron construir un futuro con el pasado.

El Perú se jodió cuando, pese a que cambiaron los protagonistas, el resentimiento hacia el enemigo de nuestros padres se volvió eterno. Chile nos ganó la guerra y tal vez más que eso. Pero ¿qué importa haber ganado la guerra si aún se puede ganar la paz? La pregunta es, ¿En verdad la queremos o es más fácil lamentarnos que luchar por ella?

El Perú se jodió cuando no entendió que no hay que ser el héroe de la historia para hacer nuestra propia historia. La independencia la declaró un extranjero y fueron extranjeros los que nos “dieron la libertad”, pero ¿acaso fuimos verdaderamente libres? ¿No somos aún esclavos de nuestro pasado y es la verdadera libertad la que estamos a aún a tiempo de buscar y obtener, pero por enfrascarnos en el inútil si hubiera no la vemos o ignoramos?

El Perú se jodió cuando subió tan alto que, cuando tuvo que caer, el golpe pudo más. La prosperidad falaz que nos dejó la época del boom guanero trajo tal sensación de derrota que ahora nos impide reconocer que se logró una vez estar arriba y que, por lo tanto, se podría volverlo a estar. Sin embargo, nos concentramos más en lo mal que hicieron otros y no el lo bien que podemos hacer nosotros ahora.

El Perú se jodió cuando unos creyeron que el rojo no era siempre rojo, pues existen distintas tonalidades. Si unos somos un rojo claro y otros son oscuro, ¿no somos todos al final rojo? ¿No corre por nuestras venas el mismo color, el rojo de la sangre indígena, negra, amarilla y blanca? ¿Será tan difícil decir “todos somos iguales” sin más tarde cholear, negrear o blanquear al otro?

El Perú se jodió cuando, del pasado, rescatamos o sólo recordamos lo peor. Los incas fueron sabios en su propio sistema y tal vez las cosas eran mejores antes. Sin embargo, la conquista sucedió y pese a lo que pudo o no haber sido, lo que fue, está hecho. No hay más marcha atrás. La conquista trajo miseria e injusticia, pero no se suponía que duraría siempre. No se supo o, tal vez, no se quiso verdaderamente combatirlas, pero nadie nos impide hacerlo ahora, salvo nosotros mismos. ¡Somos nosotros quienes elegimos hoy, mañana y siempre!

Zavalita, el Perú se jodió cuando no entendió o buscó siquiera comprender lo que pasó. El Perú se jodió cuando nos vendamos los ojos y nos tapamos los oídos y nos convertimos en títeres que frente a todo fracaso, en lugar de luchar y perseverar, no se cansan de preguntarse inútilmente:
¿En qué momento se jodió el Perú?




6/4/12

TEXTO NARRATIVO


Definición.
Narrar es contar. La narración es un tipo de texto en el que se cuentan hechos reales o imaginarios. Al abordar el análisis de los textos narrativos es necesario estudiar la historia y las acciones que la componen (argumento), los personajes que las llevan a cabo, el tiempo y el espacio donde se desarrollan, cómo se ordenan todos estos elementos (estructura) y desde qué punto de vista se cuentan.
La estructura básica de este tipo de texto es la organización temporal. En la narración clásica pueden distinguirse tres segmentos: situación inicial, complicación, nudo y desenlace.

PRACTICA.

TEXTO NARRATIVO

Un tigre que cuando cachorro había sido capturado por humanos fue liberado luego de varios años de vida domestica. La vida entre los hombres no había menguado sus fuerzas ni sus instintos; en cuanto lo liberaron, corrió a la selva. Ya en la espesura, sus hermanos teniéndolo otra vez entre ellos, le preguntaron:
-¿Que has aprendido?
El tigre medito sin prisa. Quería transmitirles algún concepto sabio, trascendente. Recordó un comentario humano: "Los tigres no son inmortales. Creen que son inmortales porque ignoran la muerte, ignoran que morirán."
Ah, pensó el tigre para sus adentros, ese es un pensamiento que los sorprenderá: no somos inmortales, la vida no es eterna. -Aprendí esto- dijo por fin-. No somos inmortales solo ignoramos que alguna vez vamos a....
Los otros tigres no lo dejaron terminar de hablar, se abalanzaron sobre el, le mordieron el cuello y lo vieron desangrarse hasta morir. Es el problema de los enfermos de muerte -dijo uno de los felinos-. Se tornan resentidos y quieren contagiar a todos.''
Marcelo Birmajer, El tigre enfermo
En el texto narrativo nos encontramos con un emisor que da vida al relato y nos cuenta, desde un determinado punto de vista, una historia que le sucede a uno o varios personajes en un lugar y tiempo determinados. Puede haber intercalación de diálogos, como en este caso. Por tratarse de un relato literario, se sobreentiende que los hechos relatados son imaginarios. 

NARRADOR
1) Luego se habían metido poco a poco las dos y se iban riendo, conforme el agua les subía por las piernas y el vientre y la cintura. Se detenían, mirándose, y las risas les crecían y se les contagiaban como un cosquilleo nervioso. Se salpicaron y se agarraron dando gritos, hasta que ambas estuvieron del todo mojadas, jadeantes de risa.
A) 3ª persona. Narrador omnisciente.         B) 3ª persona. Narrador observador.
C) 1ª persona. Narrador protagonista.
2) La mañana del 4 de octubre, Gregorio Olías se levantó más temprano de lo habitual. Había pasado una noche confusa, y hacia el amanecer creyó soñar que un mensajero con antorcha se asomaba a la puerta para anunciarle que el día de la desgracia había llegado al fin.
A) 3ª persona. Narrador omnisciente.       B) 3º persona. Narrador observador.
C) 1ª persona. Narrador protagonista.
3) A los seis años ya había captado por completo su entorno mediante el olfato. No había ningún objeto en casa de madame Gaillard, ningún lugar en el extremo norte de la rue Charonne, ninguna persona, ninguna piedra, ningún árbol, arbusto o empalizada, ningún rincón, por pequeño que fuese, que no conociera, reconociera y retuviera en su memoria olfativamente, con su identidad respectiva. Había reunido y tenía a su disposición diez mil, cien mil aromas específicos, todos con tanta claridad, que no sólo se acordaba de ellos cuando volvía a olerlos, sino que los olía realmente cuando los recordaba; y aún más, con su sola fantasía era capaz de combinarlos entre sí, creando nuevos olores que no existían en el mundo real.
A) 3ª persona. Narrador omnisciente.                B) 3ª persona. Narrador observador.
C) 1ª persona. Narrador protagonista.
4) Fue entonces cuando se torció el tobillo [...] Cayó en mala posición: el empeine del pie izquierdo cargó con todo el peso del cuerpo. Al pronto sintió un dolor agudísimo; pensó que se había roto el pie. Con alguna dificultad, sentado en el césped, se quitó la zapatilla y el calcetín, comprobó que el tobillo no estaba hinchado. El dolor amainó en seguida, y Mario se dijo que con suerte el percance no revestiría mayor importancia. Se puso el calcetín y la zapatilla; se incorporó; caminó con cuidado: una punzada le desgarraba el tobillo.
A) 3ª persona. Narrador omnisciente.                 B) 3ª persona. Narrador observador.
C) 1ª persona. Narrador protagonista.

EL ÁGUILA Y LA ZORRA
Un águila y una zorra que eran muy amigas decidieron vivir juntas con la idea de que eso reforzaría su amistad. Entonces el águila escogió un árbol muy elevado para poner allí sus huevos, mientras que la zorra soltó a sus hijos bajo unas zarzas sobre la tierra al pie del mismo árbol.
Un día que la zorra salió a buscar su comida, el águila, que estaba hambrienta cayó sobre las zarzas, se llevó a los zorruelos, y entonces ella y sus crías se regocijaron con un banquete.
Regresó la zorra y más le dolió el no poder vengarse, que saber de la muerte de sus pequeños;
¿Cómo podría ella, siendo un animal terrestre, sin poder volar, perseguir a uno que vuela ? Tuvo que conformarse con el usual consuelo de los débiles e impotentes: maldecir desde lejos a su enemigo.
Más no pasó mucho tiempo para que el águila recibiera el pago de su traición contra la amistad. Se encontraban en el campo unos pastores sacrificando una cabra; cayó el águila sobre ella y se llevó una víscera que aún conservaba fuego, colocándola en su nido. Vino un fuerte viento y transmitió el fuego a las pajas, ardiendo también sus pequeños aguiluchos, que por pequeños aún no sabían volar, los cuales se vinieron al suelo. Corrió entonces la zorra, y tranquilamente devoró a todos los aguiluchos ante los ojos de su enemiga.
“Nunca traiciones la amistad sincera, pues si lo hicieras, tarde o temprano del cielo llegará el castigo”.
EL JOVEN Y EL LOBO (ESOPO)
Un joven pastor, que cuidaba un rebaño de ovejas cerca de una villa, alarmó a los habitantes tres o cuatro veces gritando:
-¡El lobo, el lobo!
Pero cuando los vecinos llegaban a ayudarle, se reía viendo sus preocupaciones. Mas el lobo, un día de tantos, sí llegó de verdad. El joven pastor, ahora alarmado él mismo, gritaba lleno de terror:
-Por favor, vengan y ayúdenme; el lobo está matando a las ovejas.
Pero ya nadie puso atención a sus gritos, y mucho menos pensar en acudir a auxiliarlo. Y el lobo, viendo que no había razón para temer mal alguno, hirió y destrozó a su antojo todo el rebaño.
“Al mentiroso nunca se le cree, aun cuando diga la verdad”.